|
Hace
años estuve abonado al Servicio Filatélico de Correos.
La verdad es que no suponía demasiado gasto mantener esa suscripción,
pues es bien sabido que el facial de la totalidad de las emisiones de
España de un año no superaba en absoluto el gasto de franqueo
de cualquier ciudadano medio durante algunos meses. Eran los tiempos
anteriores a los fastos del '92 y a la subsiguiente borrachera emisora.
El problema era que al estar establecido el sistema de pago mediante
imposición periódica de giro postal, la desidia, el abandono
momentáneo de la afición, y la tremenda incomodidad que
suponía ir cada poco tiempo a la estafeta más cercana
(siempre lejana) a ingresar la cantidad suficiente para mantener "a
flote" el saldo positivo de la cuenta de correos, motivaron la
"muerte lenta" de aquella suscripción.
Coincidiendo con el cambio de milenio, y amparado por la tecnología
informática aplicada a la banca y a Internet, y adoptada al fín
por el Ente, decidí reanudar el abono a las nuevas emisiones
de Correos, al tiempo que recaía en la fiebre filatélica
tan aparcada durante casi un par de lustros (el tiempo necesario para
enderezar una vida: matrimonio, casa, perros, hipotecas, bricolages,
hijos, etc,... ya sabéis ...algunos).
Pues bien, durante estos dos años largos de suscripción,
han ido llegando a casa (con la irregularidad habitual del Servicio
Filatélico), toda una sarta de sobres, franquicias, matasellos
y demás gaitas de distinto tipo, color, uso, tamaño y
valor, que, gracias a que un servidor lo guada casi todo, tuve ocasión
de contrastar hace pocos días, coincidiendo con una de esas "recogidas"
periódicas" . Os traigo aquí ahora el resultado del
incesante y frenético cambio de "look" de los envios
del Servicio Filatélico de Correos de España. Tan incesante
como la subida de los faciales de los efectos que acompañan los
sobres y tan frenética como la caida en picado de la credibilidad
postal de los mismos.
Perdonad por haber compartido con vosotros estas "interioridades"
de un atribulado coleccionista, pero así nos vamos conociendo.
Digo.
¡Ah!... y quién diga que estar abonado no es divertido,
no sabe las incertidumbres que se pierde.
Pulsa
sobre cualquier imagen para ampliar
|
|
|
Sobre
1.- Sobre de color marrón, con ventana y logo impreso de
Correos y Telegrafos y de Certificado de Valores Filatélicos
y matasellos convencional. |
Sobre
2.- Sobre de color crema, con ventana y con el logo impreso del
Organismo Autónomo de Correos y Telégrafos. Sin marcas
de franquicia ni matasellos. |
|
|
Sobre
3.- Sobre de color blanco, con ventana, con logo impreso del SF
de Correos y de Certificado de Valores Filatélicos y matasellos
convencional. |
Sobre
4.- Sobre de color blanco, sin ventana, con logo impreso de Correos
y Telégrafos, marca azul de "Entidad pública
Empresarial · Servicio Filatélico" y matasellos
convencional. |
|
|
Sobre
5.- Sobre de color blanco, sin ventana, con logo impreso de Correos
y Telégrafos y Servicio Filatélico (distinto de los
anteriores) y marca en negro de "Entidad pública Empresarial
· Servicio Filatélico". Sin matasellar. |
Sobre
6.- Sobre de color blanco, con ventana, con logo impreso del SF
de Correos, marca en rojo con fechador y logo del Servicio Filatélcio.
|
|
|
Sobre
7.- Sobre de color blanco, con ventana, con logo impreso del SF
de Correos y de Certificado de Valores Filatélicos, y franqueado
con uno de los 4 sellos especiales de franquicias emitido por este
servicio para la venta a sus abonados, matasellado con rodillo fechador
del Servicio Filatélico. |
Sobre
8.- Sobre blanco con logo impreso del Servicio Filatélico,
marca en rojo de Sercicio Oficial de Valores Declarados, de Registro
y peso, y matasellos fechador de la central de Madrid. |
|
|