De los coleccionistas de sellos de correo.

Carta filatélica nº 3 dirigida a D. Eduardo de Mariategui - "Kpankla" (1871)

     

Recuerdo que por los años de 61 ó 62, hallándome en España, comenzaron a buscarse con afán por diversas personas, y en especial por distinguidas señoras que formaban asociaciones benéficas, sellos viejos de correo, destinados ( se decía) a cierta doncella pobre, a quien un Lord daba una gran dote si le tapizaba con dichos timbres una de las galerías de su palacio ( 1 ). He notado que en tu tierra toda cosa extravagante o que cueste mucho dinero, y que se atribuya a un inglés, es tragada como artículo de fe.

Los crédulos buscaban sellos, movidos por la idea filantrópica; los incrédulos trabajaban por complacer al amigo o amiga que se lo pedía, pero negando lo del inglés, y sospechando, el que menos, que se trataba del fraude de lavar los sellos poniéndolos en disposición de ser nuevamente utilizados. Hasta el Gobierno español se alarmó, y tomó sus disposiciones para averiguar la causa de aquel afán por recoger una cosa tan inútil como un sello después de servido.

Yo traté de enterar a varios españoles de la existencia de la afición a coleccionar sellos de correo, a apreciar su dibujo, su color, su rareza, su mérito, etc... ; pero mis predicaciones apenas convencían a nadie. Siempre he hallado dificultad suma para hacer comprender al vulgo (y hablo del de levita ) de un país las aficiones de los individuos de otra nación: cuando he referido en Holanda o en Inglaterra, por ejemplo, que muchisimos de esos españoles que no saben dirigir su casa, educar a sus hijos o servir el destinillo o el destinazo que desempeñan, pasan dos o tres horas diarias en un café, con una atmósfera capaz de producir la asfixia, charlando en tono magistral y desenfadado de las más arduas cuestiones de Gobierno, de Hacienda y de Administración, no sólo de la Península, sino del mundo entero; cuando esto he referido, han puesto mis oyentes cara de admiración con ribetes de incredulidad. Por el contrario, querido Eduardo, cuando en un café español he logrado suspender por algunos minutos la conversacion de política, y he dicho a tus paisanos que hay periódicos, folletos y libros especiales de sellos; que las Sociedades Philatélicas (2) de Londres, Heidelberg y Nueva york celebran sesiones en las cuales se discute la forma y método con que han de publicarse sus catálogos, y el mejor sistema de encuadernar los albums, o se leen eruditas memorias sobre antiguos timbres de California y de España; cuando he manifestado que se acercan á 4.000 los sellos de correo emitidos hasta hoy en las diferentes naciones del mundo, y que siendo ya difícil la existencia de colectores generales han nacido los especialistas, dedicándose, unos a reunir timbres de América, de Moldavia, de España o de Hamburgo; otros a juntar el mayor número posible de falsificados; éstos a los que llevan retratos de reyes, y aquéllos a los adornados con cifras o blasones; cuando he dicho que todos estos timbrecillos, ya nuevos o ya vie.jos, se cotizan como si fuesen valores de Banco o de Bolsas, y que tienen sus alzas y bajas de precio en el mercado..., entónces ha sido, amigo Mariátegui, cuando tus paisanos han llegado casi a convencerse y a creer en la timbromanía, aficion no descrita por Descuret, por ser posterior a la fecha en que este insigne escritor publicó su conocida obra de "La Medicina de las Pasiones".


© Dr. Thebussem


NOTAS:

(1) Un español muy formal y respetable, que envía a Francia cuantos sellos usados logra reunir, me asegura que es con el objeto de favorecer a cierto Consejo, establecido en dicho país, que redime cada año 1.500 cristianos, niños, o de muy corta edad, con el auxilio de los timbres servidos, que le remiten de todas partes del mundo. -¿ ? -
 

(2) Con la reunión de las dos palabras griegas:
filos
= amigo, etc... y ateleia = Franco, libre de gasto, etc...
...formó el francés Mr. Herpin el término PHILATELIA, por el cual
se entiende "Amante de lo que se relaciona con el franqueo". Este vocablo, cuya interpretación se ha resistido a las quijadas de más de un helenista europeo, ha tenido la suerte de ser prohijado en todo el mundo.  




(Volver a la página principal)
    (Volver al índice del Dr. Thebussem)